El próximo 4 de septiembre viviremos un momento histórico no solo para chilenas y chilenos, sino que también para todas aquellas personas que, por uno u otro motivo, viven en Chile y provienen de diferentes países del mundo. Las y los migrantes, qué duda cabe, han ayudado a cambiar Chile. Más allá de los discursos de odio, racismo y xenofobia, que lamentablemente escuchamos a menudo, las personas migradas viven con nosotros, trabajan duro, van a la escuela, crían y educan a sus hijas e hijos, en definitiva, proyectan sus vidas en Chile. La migración nos ha permitido crecer como sociedad, con mayor diversidad y riqueza cultural.
Sigue leyendo por acá: El mostrador